ME PUSIERON FLOR DE SOLEDAD
Nombre impreso como el cielo
nombre amargo como el mar;
mi madre para mi consuelo…
me decía simplemente Soledad.
Soledad porque mi boca
se había olvidado de besar;
y porque la rosa se desboca
cuando no se abre el rosal,
por esto, pensó llamarme
simplemente Soledad.
El ángel negro a mi vera
sembró siempre huertos de sal;
y siente el jardín la manera
la suerte de no florecer jamás;
llámome siempre mi madre
simplemente Soledad.
Me llamaba con otro nombre
que suena a plata y cristal;
que es la flor que corresponde
de azar perfumando y lírico afán,
más yo sé que debo llamarme
estrictamente Soledad.
Soledad de noche oscura
que sólo presagia tempestad;
o soledad de agreste altura
sin un árbol, sin un cantar…
buscando… buscando la travesía;
en un infinito mal estar
entre los cielos y el mar:
¡Esta es la soledad mía!
LUIS TARACENA
GALERÍA DE IMÁGENES
San Pedro Pedro Apóstol
Yunquera de Henares
Guadalajara
Fotos: Pedro Taracena
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