PRESENTACIÓN DEL LIBRO “PIEDRAS VIVAS”


Discurso del autor:

FRAY RAMÓN MOLINA




Uno de los benedictinos más conocidos del siglo XX fue fray Justo Pérez de Urbel. Los de mi edad recordarán que en aquellas escuelas de Don Gabriel, Doña Mercedes, Don Santiago y Doña Tere se nos explicaba la religión cristiana con el Catecismo de Ripalda y la Historia Sagrada de fray Justo Pérez de Urbel. Monje de Silos como yo, cuando ingresé en el monasterio acababan de enviarle de abad a la fundación del Valle de los Caídos. Gran historiador, cuando presentó su mejor obra, Historia del Condado de Castilla, dijo: “Cuando un escritor está en condiciones de escribir un libro es cuando le da por concluido, pero ya no tiene humor para comenzar de nuevo”.
            Yo podría decir lo mismo al presentar este nuevo libro sobre Yunquera. En 1980 publiqué su Historia Civil. En 1999 la Historia de la Virgen de la Granja. Ahora la Historia de la iglesia. Publiqué, además, artículos en las revistas Wad-Al-Hayara y Cuadernos de Etnología de Guadalajara. Después de escribir tanto sobre Yunquera, ahora es cuando estaría en forma para empezar a escribir su verdadera historia, pero aunque tuviera humor para ello, ya no podría. Cuento ya con 72 años y…
            La obra tendrá tres tomos. Hoy presento el primero. Los otros aparecerán más adelante. Este primer tomo consta de tres partes bien definidas:
Una introducción para entender el contexto histórico de la archidiócesis de Toledo en el que nació nuestra iglesia y la historia del espacio geográfico que ocupa, esto es, los principios, la evolución posterior de Yunquera y la creación de su señorío independiente en 1491, gracias a lo cual aumentaron el vecindario, la  productividad y el caserío. Empezó a formarse el Barrio Nuevo en torno al palacio de los señores. Y ello urgió la necesidad de construir en ese Barrio un templo nuevo, más a tono con el rumbo que empezaba a tomar Yunquera en el siglo XVI. Porque existió otra iglesia anterior a la actual, si bien de muy modesta factura y ubicada el llamado Barrio Viejo, al otro lado del Arroyo.
Dos capítulos enteros dedico a las etapas constructivas de la iglesia nueva. El plan inicial fue el de una iglesia de planta y alzado de concepción basilical, con su torre y tres naves, atravesadas por una cabecera o crucero con su capilla presbiterio. Como todas las iglesias, la nuestra fueron levantándola por etapas, en cada una de las cuales fue preciso ir modificando el plan inicial, sobre la marcha. En la primera fase solo pudieron levantar la torre y la cabecera platerescas. Las naves tardarán años en construirse, pero ya no según el plan inicial. Y al llegar aquí debemos preguntarnos: ¿Cómo en el lugarejo de Yunquera se levanto una torre, que es el ejemplar más singular en su estilo de nuestra zona? De 1517 a 1520, años en que comenzaron las obras, fue párroco una de las personalidades destacadas del siglo XVI: Don Fernando de Valdés. Colaborador del Cardenal Cisneros, siendo regente por Carlos V, cuando Cisneros murió, le desterraron a Yunquera. Antes de abandonar el pueblo en 1520 bendijo la primera piedra de ambos monumentos. Pronto cayó en gracia a Carlos V y, andando el tiempo, llegó a Presidente del Consejo del Reino, de la Chancillería de Valladolid, Inquisidor General y arzobispo de Sevilla. Es a él a quien debemos la torre
Quince años después de terminar la torre y de abrir al culto la cabecera, esto es, en 1559 comenzaron levantar las tres naves covarrubistas, llamadas así porque fue Alonso de Cobarruvias quien hizo las trazas, si bien es cierto que su plan solo pudo seguirse hasta la altura de los capiteles de las columnas toscanas. El resto se concluyó como se pudo. El conjunto torre-cabecera-naves se bendijo el 9 se septiembre de 1588.
Pero el año 1625 la cabecera plateresca amenazaba ruina y fue preciso derribarla. De ella conservaron esas dos ménsulas con escudos de los Mendoza que están a la entrada del presbiterio, la pila bautismal y el púlpito; éste era una ménsula de piedra de una pieza y tenía labrada una sucesión de querubines y guirnaldas; los querubines eran similares a los que aparecieron en las ménsulas de la primera estancia de la torre. Por lo demás, debía tratarse de una edificación más bella aún que la torre, pues todo su interior estaba policromado con pinturas murales. En su mismo emplazamiento levantaron otra, que corresponde al crucero con su cúpula hemisférica y a las capillas del altar mayor, de la Purísima y del Cristo. Y fue también por entonces cuando dotaron a la torre del chapitel, pues en sus principios estaba rematada por una crestería a base de flameros y un balaustre renacentista. Todo el capítulo III le dedico a los avatares de su construcción, que fue harto movida. El conjunto se bendijo el 23 de septiembre de 1636
Y en capítulo IV abordo la vida cristiana que bulló dentro y fuera del templo en los siglos XVI y XVII: el clero que le sirvió, la liturgia que se celebró, las devociones populares, las ermitas, cofradías y fundaciones pías y benéficas del andamiaje religioso que los yunqueranos tenían montado en sus vidas. Como sirvió de cementerio durante tres siglos, hablo de los enterramientos y los sufragios por los difuntos, del tribunal de la Inquisición, de las fuentes de donde procedían los dineros para mantener al clero, al culto, al templo en pie,  y un largo etc.
Tal es el contenido de este primer tomo que hoy presento.
En los otros dos tomos, que aparecerán pronto, además de continuar contando la vida religiosa que bulló en el Yunquera de los siglos XVIII, XIX, XX y primeros años del XXI, abordo las obras que fue preciso emprender en dichos siglos para mantener en pie el edificio y los eventos singulares de que fue escenario. El libro terminara en 2004, año que don Antonio vino como párroco. Su era no la abordo porque es historia que se está haciendo. Pero en un apéndice abordo la restauración de la torre. Don Antonio pasará a la historia como el párroco que ha conseguido devolverla su primitiva imagen, la que le dieron aquellos los artistas del siglo XVI, expertos en el gusto plateresco: Martín Regil que la comenzó en 1520 y Pedro Medina que la concluyó en 1539.
En este libro ofrezco, pues, la historia nuestra iglesia. Obra colectiva de los yunqueranos, constituye un ejemplo de su vitalidad religiosa en los siglos XVI y XVII. Se alza como uno de los conjuntos arquitectónicos más interesantes del Renacimiento y del Manierismo de la Contrarreforma Católica Española en la Campiña. Pretende ser también una historia de su comunidad parroquial. Las piedras materiales no son las más importantes, por muy bellas que sean. Más importan las piedras vivas, pues el sentido verdadero de una parroquia es construir una comunidad, intentar vivir unidos unos a otros como piedras vivas ensambladas, cuyo centro es Jesús, piedra angular. Por ello, se ha elegido el título de Piedras vivas como la expresión más auténtica de lo que es una iglesia y que este libro quiere reflejar en la memoria y proyectar cara al futuro.
Pensado para los yunqueranos de abolengo y también de los de adopción que vengan a vivir en el nuevo ensanche y a trabajar en el polígono industrial, en esta hora de la historia en que se estáis construyendo un pueblo nuevo, quiere poner en evidencia que las raíces, la tradición y la identidad auténticas de Yunquera son cristianas. Por el rigor de los temas históricos y artísticos que aborda, puede formar también parte de las bibliotecas públicas de Guadalajara: nuestra iglesia constituye una de las aportaciones de historia, arte religioso y espiritualidad más importantes de su provincia y de su diócesis. Espero ayude a conocerla, a quererla y sentirla compañera de viaje, luz que ilumina el destino de los yunqueranos y sal que da sabor a sus vidas.
Se basa en documentación de los archivos de Yunquera, del Archivo Histórico Nacional, Academia de la Historia, archivos diocesanos de Toledo y de Sigüenza y Archivo Provincial de Guadalajara, documentos sueltos, crónicas antiguas y modernas, propiedad de particulares. Se basa en el monumento y también en mi conocimiento del culto y las tradiciones litúrgicas y populares proporcionado por la observación y vivencia de las mismas durante muchos años de presencia en Yunquera.
Tiene limitaciones, aparte de que en historia nunca puede hablarse de algo definitivo. Ganas por acercarme a ello no me han faltado, pero dificultades insalvables para mí, me impidieron consultar importantes archivos. Quede esta obra para el futuro historiador de Yunquera. Sirvan de contrapeso a las lagunas las aportaciones positivas.
            Mi gratitud a cuantos me han ayudado en su composición. Sobre todo al apoyo moral y económico de don Rafael Abajo y de don Víctor Ricote. Llevaba tiempo llamando a varias puertas para editarle. Todos me daban la misma respuesta: No hay dinero. Pero la Virgen de la Granja suscitó a don Rafael, el cual, aunque natural de Usanos, vive muy relacionado con Yunquera por sus tíos Fernando Navarro y María Abajo y sus primos Marisa y Valen. Supo mis dificultades y se puso en contacto don Víctor Ricote, director de EDICIONES BORNOVA. Ambas personalidades han hecho posible económicamente la realidad de este libro y que esté ya en manos de los yunqueranos. Y quiero que lo sepáis.
            Se le dedico a la Virgen de la Granja, con cariño filial. A mis padres, que me trajeron a esta iglesia para ser bautizado en su pila bautismal. A mis hermanos Ramón y Pablo, miembros ya de la Iglesia Triunfante. Y a todos los yunqueranos, siempre presentes en mi recuerdo cariñoso y en mi plegaria de monje y de sacerdote.








Galería fotográfica: Pedro Taracena Gil

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Por Pedro Taracena Gil
Fotógrafo y periodista (Bloguero)













Se trata del primer libro de una trilogía sobre el patrimonio arquitectónico de la villa de Yunquera de Henares ubicada en la comarca de la Campiña, en la provincia de Guadalajara. Ramón Molina es su autor. Fuimos compañeros en la misma Escuela Nacional Unitaria de Niños Nº 1, allá por los años cincuenta. En estos años comenzó la emigración del campo a la ciudad. Ambos buscamos  una alternativa a la agricultura. Ramón encontró su vocación en la regla de San Benito y desde el año 1961 es monje benedictino. No obstante, aunque muestras trayectorias han seguido opciones diferentes, hemos mantenido un interés paralelo escudriñando sobre nuestro arraigo en el pueblo que dejamos, apenas superada la adolescencia. Historiador el monje y fotógrafo cronista el ciudadano laico, ambos no renunciamos a dar a conocer lo fue Yunquera, nuestro pueblo.
De la bibliografía de Fray Ramón personalmente destacaría “San Benito, fundador de Europa” escrito en 1980. Es sin duda un estudio humanístico de la trayectoria de Europa escribiendo su propia historia, que desemboca en la Europa actual.

BREVE PINCELADA DE “PIEDRAS VIVAS”

Se vienen realizando restauraciones importantes en su conjunto excepcional, víctima inevitable del paso del tiempo. Trabajos de con­solidación y restauración de cornisas, pináculos y ventanales, que se encontraban muy deteriorados, limpieza de muros, columnas, pilas­tras, capiteles y descubrimiento de bóvedas, arcos, puertas y ventana­les, construcción de un artesonado nuevo en las tres naves, renovación total de las cubiertas. La torre ha recuperado formal y funcionalmente la estructura original, la que le dieron aquellos maestros de obras, ar­tistas y canteros del siglo XVI, expertos en el gusto plateresco, propio de la época. Tales son algunos aspectos señeros de las intervenciones que van siendo sufragadas por el vecindario y su Ayuntamiento, la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, la Diputación Provincial de Gua­dalajara y la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-la Mancha.

Para todas las personas que se interesan por cuestiones históri­co-artísticas-religiosas-folklóricas, era necesidad patente realizar un libro sobre la iglesia parroquial de Yunquera, y así, dar a conocer a los yunqueranos y al gran público su grandeza e importancia, esto es, el ingente patrimonio, pródigo en espléndidas realizaciones de arquitec­tura, escultura, pintura y ajuar de culto que conservó y conserva to­davía uno de los mejores templos de la Campiña. Pero también todas sus otras funciones fundamentales, las primeras de las cuales son las vivencias espirituales de su comunidad cristiana rural durante cinco siglos. Ese grupo concreto de fieles, con su cura párroco o ecónomo al frente, su teniente y demás capellanes, clérigos y religiosos que ejer­cieron su ministerio sacerdotal para guiar a los yunqueranos por los senderos del Evangelio, primero bajo la jurisdicción y las directrices de los arzobispos de la archidiócesis de Toledo y, a partir de 1955, de los obispos de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, en comunión con el papa de Roma, congregados ante el altar, mediante la eucaristía. Fray Ramón Molina

1 comentario:

  1. El libro PIEDRAS VIVAS se puede adquirir en la LIBRERÍA SURIÑE, Plaza de la Casilla.

    Yuquera de Henares (Guadalajara)

    jtaracena2013@gmail.com

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